Recientemente en la industria de la moda se ha intentado introducir en la alta pasarela y la promoción de las marcas modelos que ya no siguen los estándares de belleza irreales, inalcanzables y a veces lesivos para la salud que durante décadas claramente se han impuesto en esta industria. También, el uso del photoshop ya no es tan descarado como lo era hace 5 o 10 años. No obstante, algo estamos haciendo mal si todo lo que tenemos entre la talla 36 a la 50 lo consideramos como moda para tallas grandes o especiales. Lo normal es tener una talla comprendida entre estos números. La mayor parte de las mujeres adultas tienuna talla 42-44 según datos arrojados por Asecom (la asociación de empresas de confección y moda de Madrid). Una talla 34-36 no es un estándar de la mujer actual. Es cierto que muchas mujeres, por complexión, genética, actividad física, hábitos alimenticios, etc. tiene esta talla, es perfectamente saludable y luce genial. Pero también una mujer de la talla 42 o 46 luce genial y seguramente esté tan sana como la de la talla 36. Si una mujer se ve bien, se siente cómoda por sí misma con su cuerpo y está saludable, esa es su talla ideal, sin importar el número. Arrastrar a la mayoría de mujeres para que alcancen la meta de la talla 36 puede poner psicológicamente o físicamente en riesgo a muchas mujeres, cuando no hay necesidad. Además muchísima gente piensa que una mujer proporcionada, con curvas es realmente sexi. Muchos hombres y mujeres recelan de la delgadez extrema. Sin embargo, desde Da Ponte pensamos que lo más sexi es sentirte bien. Es por ello desde Da Ponte queremos ayudar a que todas las mujeres se sientan bien con cuerpo. Para ello es importante conocer el tipo de cuerpo que tienes, y saber elegir la ropa y los accesorios que más pueden potenciar tu belleza.
Por otro lado, es cierto que los estándares de belleza cambian con los años. Ejemplo de ello es la inmensurable influencia de las integrantes de la familia Kardashian-Jenner, que si bien, tienen cuerpos que muchos señalan como artificiales y producto del marketing y de la hipersexualización de las figuras públicas, son claramente opuestos a la tónica de los años 90-2000. Sin embargo, estas figuras vienen de la cultura y de la industria de la imagen americanas, donde lo artificial, lo volumétrico, el culto al cuerpo musculado, etc. tiene más relevancia que en Europa, que siempre ha tendido más hacia lo natural. En Europa, si nos fijamos en las grandes firmas de costura y en las pasarelas de moda como la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, la tónica reinante sigue siendo modelos super altas y super delgadas. Las modelos que la industria llama “curvy” son la excepción, y generalmente no tienen una talla que supere a la 38-40. A esto se le llama complacencia y puede suponer el peligro de alejar aún más los estándares de belleza de la realidad. Si le decimos al público: ”vale , es cierto que la talla 34 puede ser irreal, pero oye, estamos incorporando alguna modelo de talla -más realista-“ y esta modelo tiene una talla 38, estamos desvirtuando por completo el mensaje y puede que generemos un efecto opuesto al que pretendíamos inicialmente.
Desde Da Ponte creemos que lo curvy es sencillamente la moda normal, es decir, una mujer con curvas, sean muchas o pocas. No podemos utilizar lo curvy como un eufemismo de las tallas grandes. Ni podemos utilizar tallas especiales para denominar a las tallas grandes, porque estas mujeres son mujeres igual de especiales que las que utilizan una talla más pequeña. Esperamos ver, dentro de los siguientes años, una heterogeneización de las modelos de las pasarelas, tanto en lo relativo a talla, como a raza, como a edad entre otros.